Revancha

.

Foto por Rosa Digital.

Ana ayer estaba sin ganas de salir (o mejor dicho, con ganas de salir, pero no de forzar la máquina...), así que me dijo que se quedaba amortizando el maquinatrón mientras yo desgastaba algo de suela. Por lo tanto, la siguiente pregunta fue: -¿Y qué hago yo ahora?

Pues nada, la revancha. Hace 2 semanas me metí una tercera sesión de 8k, sin descanso entre medias, que me dejó alguna que otra sensación de sobrecarga... Y acabando bastante justito de fuerzas por los últimos 2 kilómetros de subida finales, me quedé con ganas de haber ido mejor. Así que ea, me pongo las mallas largas, camiseta corta, y salgo con el tiempo justito, que ya está anocheciendo y toda la primera parte es por bosque. Repetimos ruta.

Me dio el tiempo justo a recorrer los 4 km de senda entre árboles antes de que aquello pareciera la boca del lobo, después engancho un tramo de 2 km de vía verde y otros 2 atravesando el centro de Arganda, ya casi todo cuesta arriba.

Y lo que es la vida, mismo trayecto, haciendo exactamente el mismo tiempo que la otra vez: 48'54", si lo quiero hacer a propósito no me sale... Sin embargo en esta ocasión he ido bastante mejor desde el principio y aunque he bajado ritmo al final, no he tenido que parar (aunque resoplar, un rato).

Además me he dado cuenta de porqué se me cargan los tibiales. Y es que yendo cuesta abajo tiendo a exagerar la flexión del tobillo y clavo demasiado el talón... En llano y cuesta arriba, nada de nada. Supongo que será cuestión de ir más relajado y aprovechar las cuestas abajo para "embalarse" un poquillo más.

Al llegar a la puerta de mi urbanización me he encontrado a un chaval con una camilla...

-Oye, ¿tú no serás fisio?- Yo, como siempre, en mi línea de preguntas absurdas. El tío se parte el culo, mira la camilla, me mira a mí "to congestionao"...
-Sí, claro.
-Pues me vienes [como dedo al culo]... de perlas. Dame una tarjeta, chato.
-Pero, ¿te pasa algo?
-No, nada, que he empezado a correr hace poco y me vendrá bien conocer alguien que me quite los males.- Juasjuas, pobrecillo, con la congestión que llevaba se creería que iba a palmar allí mismo xD.
-Bueno, pues me llamo Sergio y doy también a domicilio, ¡así que ya sabes!

Pues nada, llamaremos a Sergio (que parece un chaval majo) un día de éstos para que nos arregle los destrozos que vayamos ocasionando. Si es que el mundo es un pañuelo.

Edito: Habrá que volver a poner la validación de palabras...