La primera Tapia

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Perfil del circuito de la Tapia. Casa de Campo de Madrid.

Ayer, sábado por la mañana, quedamos mi primo Rafa y yo para estrenarme en el conocido circuito de la Tapia. Toda la semana anduve algo nervioso y espectante por la llegada del día D, ya que había curioseado el perfil del recorrido y no me resultaba muy alentador... No obstante, había que hacerlo, probarlo, comprobar si era posible rodar los 17 kilómetros con cierta "suficiencia".

Llego pronto, demasiado, me obsesiona la puntualidad y lo paso mal cuando me retraso en cualquier cita; son las 8'40 am. Aparece mi primo apenas pasadas las 9 de la mañana, hora a la que habíamos quedado en el aparcamiento del Zoo de la Casa de Campo. Pocos coches, algo de fresquito (buena cosa) y tan sólo algunos corredores, bikers, amén de "las habituales del lugar" pululaban por la zona. Nos saludamos y enseguida empezamos a estirar un poquito para entrar en calor... Rafa me va mentalizando y me anima. Un poquito de vaselina para los musletes para evitar rozaduras (es lo que tiene tenerlos gordos :P), reflex para mis gemelillos y andando -o mejor dicho corriendo-, que es gerundio.

Los primeros kilómetros son cuesta abajo, especialmente pensado y dedicado por Rafa, de forma que vaya calentando sin "quemarme" pronto con las cuestas arriba. Me viene bien, se hace muy ameno y vamos charlando todo el rato, aunque "noto" que vamos un pelín por debajo de 6'/km. En todo momento me va diciendo que regule, que reserve fuerzas y que "yo mando"... :) Ains, si eso fuera verdad... juasjuas.

Es a partir del km 6-7 cuando la cosa se empieza a poner seria y Rafa me va dando los primeros avisos serios. Es hora de meter segunda e ir al ralentí, porque lo que queda es complicadillo. Pues nada, todo sea por cumplir el objetivo del día... Durante otros 3 ó 4 kilómetros pude aún disfrutar del entorno, como decía mi primo: "Si a alguien que no conozca ésto le enseñas una foto y le dices que es la selva colombiana, ¡se lo cree!". Lo cierto es que a partir de cierto punto, el "dominguero" desaparece para dar paso a los "máquinas", jurjur. Y es que había cada uno que agüita como iban en las cuestas........ O_o. Parada momentánea a echar un trago en una fuente a la hora y diez de carrera. Sabe a gloria.

A pesar de los ánimos de Rafa (pobrecito mío, estuvo pendiente de mí tooooodo el camino; gracias chato, sin tí habría muerto mucho antes), el cansancio empieza a hacer mella y dejo de disfrutar del entorno para concentrarme única y exclusivamente en intentar recuperar aliento. Para colmo, nos cruzamos con un biker que se llevó un buen piñazo en un descenso, destrozando su bicicleta completamente y que esperaba tumbado boca abajo la ambulancia, que casualmente venía detrás nuestro.

Por un lado estoy muy contento porque las piernas (cansadas ahora, pero francamente en buenas condiciones) no dijeron ni "mu". Fue el pecho, en las subidas y bajadas contínuas, el que dejó de meter oxígeno como debería. Resultado: jadeo constante = flato de aupa, que pasó por el hombro, la espalda y, terminando los últimos 2k, en el vientre. Parada necesaria y agradecida infitamente llegando a Prado del Rey, donde pude tomar aire y estirar durante un par de minutos, intentando eliminar el flato. Y de ahí, al aparcamiento del Zoo de nuevo donde buscamos con ansia una fuente donde meter líquido al cuerpo.

Resumiendo, final satisfecho, pero con cierto sabor agridulce: agrio porque me encantaría haber ido más "sociable" con mi primo, saludando a los runners que amablemente nos animaban, y disfrutando del paisaje. Dulce porque me he metido 17 para el cuerpo y las piernas han respondido como no me esperaba: de lujo.

Al fin y al cabo, como dice Rafa: circuito jodido donde los haya, así que podemos decir que la cosa ha ido bien. Repetiremos.

¡Abrazos!

P.D.: Gracias primo, espero que esta sea la primera de muchas Tapias. ¡La próxima no me pilla desprevenido! jajaja. Total 17k en 1h40'45", ¡5'56"/km!