A la luz del farol

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Foto de Truddy

Ayer se me echó la hora encima de nuevo y cuando me quise dar cuenta eran las 8 de la tarde (o noche, mejor dicho...). Ana se cambió y se puso a lo suyo: maquinatrón (algo es algo). Por mi parte, tuve que hacerme con todos los gadgets obligatorios cuando salgo en estas circunstancias: Móvil (impuesto por Ana, y en realidad me parece bien por seguridad), reloj Casio que me regaló mi hermano y luz frontal (que todavía tiene pilas). Por cierto, el frontal me lo he puesto estas dos últimas ocasiones en la cabeza, en plan kung-fu, y se va francamente bien; la luz rebota mucho menos y resulta muy cómodo... Eso sí, llevas una pinta de friki que canta a leguas, pero qué le vamos a hacer, es lo que hay.

Una vez ataviado y compuesto, le eché valor y me metí en la boca de lobo. Bosque adentro, con cuidadito de no troncharme un pie, pero disfrutando de una temperatura realmente fresca. De hecho, durante la vuelta, veía mi propio vaho de la respiración a la luz del foco. Me llevé un par de sustos porque a esas horas las rapaces nocturnas y alguna que otra liebre (y no quiero ni pensar qué otro tipo de bichos andarían pululando por allí) salen disparadas cuando paso cerca de ellas iluminando la zona y arrastrando los pies, jajaja. En principio pensé en hacer 6 ó 7 km, pero llegando al 3k, momento de darse la vuelta, decidí seguir hasta completar el circuito de 8.5k. Primeros kilómetros muy controlados, en torno a 6', descansado y sin apuros de ningún tipo... Y claro, a la vuelta (como diría mi abuela) lo venden tinto, y uno tiende a apretar cuando se encuentra bien. Fueron algo más 48 minutos a una media de 5'43"/km (tomaaaa, jurjurjur).

Esta semana sin darme cuenta me he plantado en 31k y aún me falta la tirada larga, que haremos el sábado en Zaragoza, con mi hermano. Así que pasaré de 40k semanales por primera vez desde que preparé la media de Leganés... Espero que el esfuerzo se asimile bien y la próxima semana pueda salir normalmente, y disfrutar el domingo del CSIC (principalmente por mi hermano, que está muy animado).

Que tengáis buen finde o puente -los que tengáis el lunes festivo-, nosotros escribiremos desde la casa de mis padres para dar buena cuenta de los kilómetros que vayamos acumulando. Como diría Madame de Chevreuse (aunque probablemente sonaría más fino): besotes y abrazotes!