Compensación

Foto por Carlos Velayos

Alguno me preguntaba cómo se quedan las piernas después de una carrera de montaña. Bueno, pues la verdad es que se nota el cambio respecto a correr más llano, sobre todo en que aparecen agujetas en grupos musculares y zonas de la anatomía que no sabía que las tenía ni que existían, siquiera. Por lo demás, creo que si el entrenamiento ha sido extensivo e intensivo en consecuencia con la prueba, se recupera bastante bien. Por supuesto no hablo de maratones de montaña o pruebas ultra, sino de una carrera más modesta, de lo otro que hablen los fieras, jeje.

Pues al hilo de ésto andaba yo barruntando cuándo salir a correr. Desde el sábado he dejado tiempo prudencial (dos días y pico) de descanso absoluto, que he aderezado con largos paseos por Benicassìm durante el fin de semana y que me han servido para ir quitando esa desagradable sensación de agotamiento. A pesar de estar aún algo cansado ayer me puse las Kayano, aprovechando que ha hecho buen tiempo y el suelo iba a estar seco, y ya de paso cambiaba un poco las sensaciones y la pisada de la zapatilla.

Parece que la compensación ha ido de fábula, porque ayer bajé más de 30 segundos de media por kilómetro los tiempos que hice la semana pasada sobre el mismo recorrido de 14 kilómetros. Exactamente igual de pulsaciones -148bpm de media y 163 de máxima, o sea, bastante cómodo- y dándole zapatilla en las cuestas......... Claro que, como decía Ana un rato más tarde: te habrán resultado como ir a comer pipas, después del sábado. Y sí, en cierto modo el coco ha hecho bien su trabajo y se ha crecido solito.

Hoy descanso y mañana más zapatilla. Me he dado cuenta de que dejando un día de descanso entre cada entreno he progresado más que cuando empalmaba sesiones. Eso sí, de vez en cuando le arreo al maquinatrón un rato para quitarme la gusa sin sobrecargar y mantener el nivel cardiovascular a tope.

Que contento ando hoy, se ve que tengo aún restos de endorfinas, a ver si dura.

¡Besos y abrazos a discreción!