.
Pues ya está. Terminada. Primera media que hago, estrenado en la distancia. Mejor marca personal (juas! no s'ajodío). He de confesar que tengo aún un regusto agridulce que espero ir quitándome según van apareciendo las palabras de esta entrada... No pensaba escribir hasta un par de días después, pero ¡qué leñes! Perdón por el ladrillo, allá vamos:
La víspera estaba nervioso, más de lo esperado, más de lo deseable... Y encima soportando un bochorno que nos hizo dormir poco y mal. A las 6 me levanto para preparar un café, el estómago está cerrado, pero al menos un plátano y unas galletas entran. Tengo toda la ropa preparada, así que en un pispas estoy preparado y listo para la acción. El cielo ha amanecido nublado y parece que la temperatura no es excesiva. A las 7 y poco salimos hacia Leganés. Allí habíamos quedado con mi primo
Rafa sobre las 8 para recoger el chip y el dorsal, y a las 7'59 aparece como un clavo.
A esas horas todavía se aparca bien, aunque ya hay bastante gente esperando y haciendo cola para recoger los aparatejos. Una vez 'chipeados' y con nuestra camiseta técnica en la mano, veo a un personaje con una discreta gorra roja (ejem) que anda por allí pululando:
¡Jose Luis! Sí, sí, soy yo tío... Jajaja, que tengo cara de sueño nen. Presentaciones de rigor -que ya había ganas de conocer al ingenioso bloggero- y enseguida nos apalancamos en un banquito para terminar de estirar y cargar a Ana con la mochila, la cámara de fotos, gorras, gafas, bolsos, llaves, móviles... Ufff, pobrecita mía. Últimos pegotazos de vaselina en muslos y pezones.
En cuanto nos quisimos dar cuenta estábamos escuchando el ¡pam! de salida... Pues vamos allá. Desde el principio hasta el último momento Rafa ha estado genial, era la salsa del grupo y nos animaba constantemente. Juasjuasjuas, a todos los voluntarios les preguntaba si el primero hacía mucho que había pasado, '¡
me han dicho que iba nervioso! ¡Con cara de estresao!' les decía... '
¿Tú crees que aún le cogemos?' La verdad es que nos hemos reído un buen rato con él.
Al ser un circuito que se repite en varios tramos, ponen carteles para ir indicando direcciones según los km que llevas en ese momento... Intengamos seguirlos como buenamente podemos, ¿7 por la izquierda? ¿14 a la derecha? ¿Por dónde coño voy? -¡Tío, me traes loco con los carteles!- Le dice Rafa a un voluntario que lleva una pancarta con 4 direcciones pegadas, jajajaja.

Estamos rodando a 6'/km y por desgracia no tengo mucho margen para ir más rápido... Pasamos el 10.000 en 1h00'44". Rafa, incombustible, sigue animando:
¿Cómo vas? ¡No me digas que mal que te doy una hostia! Coño... pues entonces voy bien, voy ¡de puta madre! Jurjur. En el 12-13k me noto quemadillo de coco, estamos dando la vuelta al ruedo por el recinto de la Cubierta y ya estoy saturado de tanta 'vuelta' por el mismo sitio. Me animo un poco más al salir de allí y enfilar el 14, cuesta abajo y con energías renovadas... Por lo menos somos bien mandaos y hemos bebido en cada avituallamiento, como debe ser, aunque en alguna ocasión no tenía la menor gana de meter líquido p'al cuerpo. Rafa y otro compañero que se viene con nosotros nos van cantando por Camarón y Joan Manuel Serrat (
O_o!!!). Yo alucino.
Llegando el 18 noto las piernas muy cargadas y cuando tocamos el 19, en lugar de irme arriba me voy al fondo del pozo con todas las de la ley. Necesito parar porque las piernas no dan; Rafa anima a Jose Luis y a otro compañero que se había juntado al grupo a seguir sin parar, pero no hay forma. Jose dice que espera, ¡ay, niño! Tengo rabia contenida, ira, frustración, lágrimas que no quiero soltar...
¿Qué mierda es esta? Hay que terminarla Dani, me repito una y otra vez... Echo a andar 30 ó 40 metros y le digo a Rafa que arrancamos, despacio, pero seguimos. Me acordé de
María y su primera media, cuando narraba que un pie decía sigue y el otro para. ¡Qué sensación tan parecida! Pero ya no queda nada. Dos kilómetros bastante sufridos en los que dí el coñazo a mi primo protestando (siento haber sido tan llorón, niño).
Enfilamos la última recta: allí esperan la familia de Jose Luis, sus chavales, Ana, Eva y Héctor que han venido para la ocasión y pacientemente han esperado las 2 horas y pico. Por fin, se terminó, qué ganas tenía de cruzar la meta. Cojo de la mano a Jose y a mi primo para pasar bajo el arco, mientras suenan los chips, y me abrazo a Rafa como un niño pequeño cuando las piernas se paran. Beso a mi mujer y saludo a mi hermano y a Eva.
Después, bolsa de avituallamiento, bien surtida con fruta, galletas, agua, isotónica, frutos secos... Nos sentamos en un banquito para recuperar el cuerpo. Aparece Jose Luis, se despide porque su chaval va a correr la infantil, ¡eso es crear afición! Jajaja. Un placer, compañero, la próxima queda pendiente una cervecita, ¿eh? Rafa tiene que marcharse pronto, así que vamos a los coches y nos despedimos. Nos prometemos una cita en su casa para una barbacoa (lo de la barbacoa lo he puesto de mi cosecha para que tomes nota, primo, jejejejejeje).
Héctor y Eva se animan, y se vienen a casa. Nada más llegar les hacemos préstamo de bañadores y ¡a la piscina! Primer bañito de la temporada que sentó de vicio. Agua fresquita para relajar las piernas.
Echo la vista atrás y la verdad es que debo estar satisfecho. Me queda la espinita clavada de haber terminado con otro 'cuerpo' y no haber estado tan protestón en los últimos km, pero me he dado cuenta de que que 21 son 21, y no es moco de pavo. Para la próxima no me pilla desprevenido.