¡A que te como...!

. Foto de Rosa Digital

Pero que perro que estoy para ésto de escribir... Bueno, esta semana he estado perro para escribir, para correr y para hacer ciertos recados que tenía pendientes y al final se me han ido acumulando, o lo que es lo mismo, me he dado a la procrastinación de mis obligaciones*-en su vertiente más 'light', claro está- como el que más... :P Tan sólo salí el lunes con Ana y con "no muy buenas sensaciones", a lo que respondimos volviéndonos y tomándonos la semana sabática. ¿Que no disfruto? Pos ahora voy y me toco los huevos... ¡Juas!

El caso es que ya estamos de nuevo en la brecha, y parece que el descanso de algo ha servido. Aclarados ciertos mejunques de ideas y una vez reamueblada la azotea (lo mejor que he podido), nos hemos visto mi primo Rafa y yo en el Zoo de la Casa de Campo para darle la puntilla al último domingo previo a la media de Leganés.

Iba con muchos ánimos: me he puesto mis nuevos calcetines injiji multicolores de deditos (cojonudos), además los entrenos largos por los montes de Arganda y la última tirada de 19k me reconfortaban y me sentía crecido; para colmo Scorpions atronando en el coche con Deep & Dark, mis manos moviéndose al son de la batería y desafinando como un animal (con las ventanillas subidas, por la seguridad del resto de conductores); y por supuesto con unas ganas tremendas de zamparme esa Tapia con patatas. Así llego a las 9'00 clavadas al Zoo y está esperándome allí Rafa, que dice que está friolero... A esas horas la brisilla que soplaba y a la sombra, hacía un pelín de fresco, aunque luego hemos agradecido el airecito durante todo el camino que ha hecho bajar la temperatura unos grados. Me cuenta que se ha apuntado con su banda de amigos al Cross del Telégrafo, no quiero ni pensarlo... Vamos, el perfil es cojonudo.

Pues nada, a lo de siempre, estiramientos para los músculos oxidados desde el lunes, aunque bien cargaditos de hidratos. Los noto pesadotes y cargados, buena señal. Después de los estiramientos la rutina de siempre, vaselina para mis muslos y pongo los dedos en el botón del cronómetro:

-¿Ya?- Le digo a Rafa.
-Venga, vámonos.

Y allá que vamos, dos de entre muchos valientes que se acercan a la Tapia a intentar disfrutar de una hora y media (unos más, otros menos) desgastando suela en el pulmón de Madrid. Y no ha podido salir mejor. Las sensaciones han sido muy distintas desde la primera cuesta llegando a la parte más suave de la Tapia, Rafa me avisa de que hemos subido muy rápido, que me dosifique. "Voy bien, voy bien, he recuperado muy rápido" le contesto con muchos ánimos... Me noto especialmente fuerte y decido ir controlando el ritmo, pero no obsesionarme con ir despacio aprovechando que los pulmones responden.

Segunda zona de subidas y llegada a Garabitas donde paramos a echar un traguito y, ya de paso, Rafa a regar un árbol que (digo yo) habrá visto algo seco... :P Miro el reloj y veo 3 minutitos por debajo del tiempo del otro día (O_o). Joder, pues sí que voy bien... Pues hale, de nuevo escucho a mi primo detrás mío: "¡Venga, vámonos ya!", y yo obediente, echo a correr.

Ahora toca la subida de Somosaguas, hay dos o tres repechones algo traicioneros antes de llegar a Prado del Rey, pero me veo bien. No sólo los aguanto, sino que noto que puedo tirar en las subidas. Obviamente llega la respiración sofocada (o "soplar", como dice Rafa), pero en 20-30" me noto recuperar y puedo retomar un ritmo alegrín. La diferencia era abismal: donde el otro día iba sin ver, jodido y quemado, hoy iba suelto, controlando la respiración y con fuerzas sobradas (y reservadas para los últimos km de bajada). En esta ocasión no hay parada por estar fastidiado, sino que alucino al llegar al punto donde 'rompí':

-¿Que yo me paré ahí?- Le pregunto a mi primo, asustado.- ¡¡Pero si no es ni cuesta!!

Después de pasar Prado del Rey y un par de cuestecitas con mucho subidón de adrenalina viéndome sobrado, tocaba bajar. Y aquí me dí el gusto de apretar. No sé en cuánto habrán salido esos últimos metros, pero iba desbocao. Zancadita larga y braceo, un gusto; iba soplando, pero encantado de verme fuerte después de una Tapia... Veo la valla del Zoo y aprieto más todavía. En el punto donde paramos el otro día marcaban 5' menos que la anterior ocasión (1h40'). Paramos el reloj un poquito más adelante, en la puerta del Zoo, a 1h36'36".

No he sacado números hasta llegar a casa... Lo mejor de todo las estupendas sensaciones de ir fuerte y pudiendo tirar. Me salen en torno a los 5'40"/km, cosa impensable para unos pocos kilómetros hace muy poco tiempo. Para los días que quedan, tranquilidad y rodajes suaves y no demasiado largos, y a disfrutar el domingo.

¡Estoy pletórico! Gracias primo, que sepas que hoy he disfrutado un montón.

Abrazos y besos a tutiplén, que hoy me sobran.

*Revisando y consultando por internet, conviene corregir la gramática de la expresión, ya que según la R.A.E., procrastinar es transitivo, por lo que requiere de algo (objeto directo) que se aplace o posponga.